domingo, 30 de enero de 2011

la primera estrella




Erika estaba sentada en un árbol viendo la lluvia, en la oscuridad de la noche. Recordando lo mucho que lo amaba, pero el estaba lejos de ella; muy lejos donde no podía alcanzarlo. Desde aquel día le lloraba casi todas las noches y pensaba en el todo el tiempo; lo necesitaba para poder seguir viviendo por que sin el su vida ya no tenía sentido; todos se habían dodo cuenta que Erika estaba distante todo el tiempo. Ya era tarde así que Erika subió por el árbol hacia su habitación donde tenía todas las cartas que había recibido de el, y todas sus fotos y pinturas donde estaban los dos, todos esos poemas que el le había hecho con todo su amor todas esas noches en las que se juraban amor eterno. Se acostó en la cama con una gran tristeza y con las lágrimas desbordándose incontrolablemente de sus mejillas. Cuando escucho una voz. Una voz que reconocería a kilómetros de distancia, esa era su voz.

- Erika – dijo el y Erika se quedo paralizada totalmente.

- Eres tu – dijo en un susurro acercándose a el; quien la abraso locamente. - Has vuelto

- Claro que eh vuelto te prometí que siempre volvería por ti, te dije que no habría fuerza que nos separara en el mundo. ¿Recuerdas lo que me prometiste tu? – le susurro en el oído con ternura.

- Prometí que te esperaría, te esperaría hasta el fin del mundo. Para siempre. – respondió ella sin dejar de abrasarlo.

- Pero tienes que seguir esperándome hasta la próxima vez que venga, y cuando llegue ese día te llevare conmigo y entonces estaremos juntos. – dijo mientras le acariciaba el cabello. Y la beso, fue un beso lleno de amor desde el fondo del corazón de ambos. – Y mientras llegue ese día mira al cielo, a las estrellas y la primera que veas todas las noches, ese seré yo cuidándote hasta que vuelva por ti. Te amare por siempre pequeña, no lo olvides.

Erika despertó en su cama, todo había sido solo un sueño; El no estaba aquí pero por alguna razón se sentía un poco más fuerte. Se levanto de la cama y fue hacia el balcón se asomo al cielo a ver la primera estrella de la noche.

jueves, 5 de agosto de 2010

el momento

Quisiera saber porque me enamore de ti, en qué momento fue el que cambio todo. Ese momento en el que apareciste en mi vida sin siquiera esperarte. Ese momento en el que yo empecé a quererte. El momento en el que ese cariño se volvió algo mas. Ese momento en el que me importaste más de lo que debías. Ese momento en el que me sacaste una sonrisa con tan solo verte. Ese momento en el que quería saber de ti. Ese momento en el que comenzaste a habitar en mis pensamientos. Ese momento en el que necesitaba verte. Ese momento en el que te volviste mi mayor prioridad. Ese momento donde quería matar a quien te hiciera daño. Ese momento en el que ya no podía alejarme de ti. Ese momento en el que tu sonrisa me daba ganas de continuar aunque ya no pudiera mas. Ese momento en el que el que no soportaba la idea de que estuvieras triste. Ese momento en el que solo me importaba que fueras feliz. Ese momento en el que yo daba mi felicidad a costa de la tuya. Ese momento cuando el mundo dejo de girar. Ese momento en que pensar en ti mi sacaba un sonrisa en ese día triste. Ese momento en que no me importaba nada que no fueras tu. Ese momento cuando nuestras miradas se cruzaron por primera vez. Ese momento en el que te dije que te amaba sin querer. Ese momento en el que tu dijiste te amo y todo se congeló. Ese momento en el que nos dijimos te quiero. Ese momento en el que nos abrazamos y yo quería quedarme ahí por siempre. Ese momento en el que ya no podía vivir sin ti. Ese momento en el que derrame la primera lagrima por ti. Ese momento en el que me hiciste sentir especial Ese momento en el que soñé contigo por primera vez…

¿y si yo supiera cuando fueron esos momentos, sabiendo que al recordarlos soy la persona mas feliz del mundo o me sumo en un profunda tristeza? ¿Los cambiaria, si me dieran la oportunidad de deshacerlos? No, no podría porque cada uno de esos momentos son especiales para mi, mas de lo que nadie podría imaginar…

lunes, 5 de julio de 2010

Una princesa



Hace mucho tiempo, en un castillo viva una princesa llamada Anee. Ella tenía el cabello negro, piel blanca, ojos verdes, su cabello era largo, le llegaba a la mitad de la espalda; era educada, amable, honesta, era muy buena persona. Pero a pesar de eso se sentía sola, atrapada en un mundo de gente superficial. Quería escapar y no volver. Pero no podía, no tenía el valor.

- Anne, deja de leer y vístete rápido. Ya es hora de la fiesta de tu padre – La riñó su madre, la reina.

Todos le decían a la princesa que debía casarse pronto y que no era bien visto que una mujer leyera algo que no fuera sobre la educación necesaria y como aprender a ser una perfecta esposa y madre. Pero ella amaba leer de todo tipo, en especial novelas, mitos, leyendas y fantasía.

Al bajar a la fiesta Anne lucía un hermoso vestido azul claro, que brillaba; una tiara de plata fina y llevaba suelto su ondulado cabello. Su maquillaje era muy simple, un poco de rímel, sobras azul pastel y gloss transparente. A Anne no le gustaba maquillarse demasiado, creía que todo eso era superficial. Todos la observaron maravillados en cuanto bajo por las escaleras y ella tenía una sonrisa forzada en sus labios.

- Mi princesa, ¿me haría el honor de concederme esta pieza? – Preguntó en Duque Archivald que quería casarse con ella. Lo peor era que sus padres lo aprobaban, decían que era un buen partido para alguien de su condición. Pero ella buscaba a alguien especial; a alguien que no fuera egoísta, ni materialista y que fuera muy lindo; que la quisiera por quien era no por lo que era. Y Archivald era todo lo contrario, lo único que quería era ser rey y no para ayudar a la gente como la ojiverde lo deseaba. Y aun así sus padres la obligarían.

- Si – acepto fingiendo entusiasmo y esforzándose para bailar con el al compas de la música. Tantos años bailando igual era muy aburrido. Bailaron un par de canciones lentas y su madre la llamo para darle una muy desagradable noticia.

- Anne, hija mía. El conde Duque nos a pedido a mi y a tu padre tu mano en santo matrimonio. – le anuncio la reina con entusiasmo mal disimulado. La ojiverde no lo podía creer, estaba en shock. Ella no quería casarse, no con alguien a quien no amara y nunca podría llegar a amar. En ese momento supo lo que tenía que hacer. Escapar.
- Madre yo no… - comenzó a decir pero enseguida se arrepintió, digiera lo que digiera la obligarían. – me siento bien, así que me retirare, buenas noches. – Y con un beso en la mejilla la reina solo asintió.

Anne saco dinero, lo suficiente pare sobrevivir un largo tiempo. Se cambio la ropa y ahora vestía unos pantalones aguados color café, una blusa vieja color amarillo y una capa larga negra; se puso la capucha y salió por la ventana. Y por primera vez en mucho tiempo se sintió libre.

Camino por las calles buscando donde pasar la noche. Vagó durante horas hasta encontrar una pobre y pequeña posada. Entro sin pensarlo, simplemente algo la llamaba hasta ahí; la contemplo. Ya no se veía pequeña, pero tampoco era muy grande, necesitaba algo de limpieza y pintura.

- ¿Le puedo servir en algo señorita? – le preguntó una señora de unos 65 años. Ojos marrones, morena y cabello castaño muy claro y canoso.

viernes, 28 de mayo de 2010





¿Duele? Esta bien lo admito. Duele un poco, dule saber que yo estuve esperando en balde. Duele saber que no sientes lo mismo por mi. Duele saber que siempre estuve ahí y nunca me viste, pero cuando llega alguna otra persona vas corriando, no? Puede que yo solo haya sido un simple juego para ti, pero ahora no tengo nada mas por que preocuparme, puedo vivir en paz, sin esa pequeña y molesta vececita en mi cabeza preguntándome una y otra vez "¿Qué pudo haber pasado, sin tan solo le hubieras dicho lo que sentias?" Y así habira seguido por el resto de mis días, una vez cometí ese mismo error y júré que jamas lo volveria a repetir. Jamás.



Simplemente se que fuiste una persona importante y especial en mi vida y eso nada ni nadie lo puede cambiar, puede que con el paso del tiempo te olvides de mi, y me conviertas en un vago, triste y borroso recuerdo. Pero cuando yo piense en tu recordare a una persona que cambio mi idea sobre el amor y agradezco eso.




El mucho dolor que debería sentir, se disminuye pensando en todo eso y en que hay miles de personas mas en este mundo que pueden ser mas o menos especiales que tu, pero nunca igual. Porque cada persona que da un giro a mi vida, no tiene comparacion y tu no tienes comparación. Otra cosa que lo disminuye bastante son todas esas personas que me apoyan, mis amigos del alma a los que amo tanto. Ellos me hacen sonreír aunque esté en el momento más triste de mi vida. Y aunque en poco tiempo nos tengamos que separar y eso podria ayudar a olvidarnos, recuerda que siempre me tendrás aquí, una amiga que va a estar escuchándote y apoyándote en todo, y solo por una simple razón: Te quiero...




jueves, 25 de marzo de 2010

adios


Olaa!, este es un poema de no se quien, solo se que lo saque de un libro. A mi me gusta muchiio, y pienso que es muy lindo. Creo que tiene razon en algunas partes, y que es algo que tengo que hacer con una persona antes de que me lastime... decirle adios. =(






Te digo adios
Y acaso te quiero tadavia
Pero te digo adios

No se si me quisiste
No se si te quería
O tal ves nos quisimos
demaciado los dos

Este cariño nuestro
apasionado y loco
Me lo metí en el alma
Para quererte a ti

No se si te ame poco
No se si te ame mucho
Pero se que no volvere a amar así

Te digo adios
Y acaso con esta despedida
Mis mejores sueños mueren
Dentro de mi

Pero te digo adios
Para toda la vida
Aunque toda la vida
Siga pensando en ti

martes, 23 de marzo de 2010

mi blog Ü


Hola!

en este mi blog "escapando de la realidad" hablare de mis sueños, pensamientos, fantacias,mis amigos, mis locuras, las cosas que me gustan, y las que no. Principalmente lo cree para desahogarme de alguna manera. ^^